El voto por correo en el 2024: crónicas de un desastre anunciado
01 de agosto 2024 a las 04:00 hrs.
Juan Manuel Frontera + Columnista
Ante la presidenta de la Comisión Estatal de Elecciones está el tomar la decisión de si para las elecciones de noviembre del 2024 se va a echar a un lado el lenguaje específico del Código Electoral de Puerto Rico del 2020, que en una de sus categorías limita el voto adelantado por correo a electores con 80 años o más, o si lo amplia a electores de 60 años o más. Esta determinación va a marcar el proceso eleccionario en Puerto Rico en el 2024 y será decisiva en la capacidad que tenga la Comisión de garantizarle al electorado que escoja dicho método de votación que su voto será efectivamente contado.
En Puerto Rico hay un aproximado de 150 mil electores hábiles mayores de 80 años, mientras que hay un aproximado de 750 mil electores hábiles mayores de 60 años. La diferencia es clara. En las elecciones del 2020 se amplió la categoría de voto adelantado por correo a electores de sesenta (60) años o más principalmente por la pandemia y claramente todo Puerto Rico pudo observar que la Comisión Estatal de Elecciones no estaba preparada para manejar esa avalancha de solicitudes y papeletas de voto adelantado que se recibieron. La situación actual es igual o peor. Me explico.
Actualmente se vislumbra que de ampliarse el voto adelantado por correo a 60 años o más, la cantidad de electores que puedan estar eligiendo votar a través del correo al menos se duplique o triplique. Esto es un posible universo de solicitudes de voto adelantado por correo de alrededor de 300 mil, lo que conllevaría el procesamiento por parte de la CEE del recibo y manejo de 300 mil solicitudes de voto adelantado por correo que estaría recibiendo en un periodo de un mes, pues la fecha límite para solicitarlo es el 16 de septiembre de 2024, y todavía la forma de la solicitud para el mismo no ha sido aprobada. A su vez, luego del 16 de septiembre de 2024 la CEE tendría que manejar el proceso de ensobrar alrededor de 1,500,000 papeletas que representa este voto para poder enviarlas por correo a tiempo para que los electores que reciban esas papeletas puedan emitir su voto y depositarlas en el correo en o antes del 5 de noviembre de 2024.
Lo anterior tiene que se administrado por la Junta Administradora del Voto Ausente y Adelantado (JAVAA), la cual al día de hoy no ha comenzado a reclutar el personal temporero necesario para manejar este voto, ni puede hacerlo, pues las plazas no han sido creadas aún. A ese personal, que por la información brindada son alrededor de 170 plazas, no tan solo hay que reclutarlo en o antes del 16 de septiembre de 2024, sino que a su vez hay que entrenarlo en el uso del sistema y de los procesos del manejo de la solicitud de voto adelantado, el recibo de la misma, el envío de las papeletas, así como del proceso de recibo de las papeletas y del manejo de las contingencias con relación a que se hace cuando un elector no recibe las papeletas completas o no le llega el sobre con las papeletas, o no envió su identificación con sus papeletas, o tiene problemas con la insuficiencia de su solicitud de voto adelantado.
A todo esto, es importante recordar que esta no será la única tarea que tendrán estos empleados, pues estos mismos empleados estarán procesando todas las solicitudes de voto adelantado a domicilio, entre otras, esto es el voto comúnmente conocido como encamado, que en el 2020 fue mayor que el voto por correo.
Ciertamente hay que reconocer que la CEE no tiene el personal, ni los recursos económicos, para manejar un voto adelantado por correo ampliado a sesenta (60) años. Pero si eso no fuera suficiente, es importante tomar nota de la información brindada por el sistema de correo de Puerto Rico a la CEE, y a su vez la revelada por una auditoria llevada a cabo por la Oficina del Inspector General federal a varias oficinas del correo en Puerto Rico.
El correo le ha informado a la CEE que el promedio de devoluciones de sobres con papeletas devueltas por fallas o insuficiencia en la dirección del elector a nivel de los Estados Unidos ronda entre un 10 % a un 15 %. En Puerto Rico esa cantidad puede fácilmente duplicarse o triplicarse, pues aquí existe un problema reconocido con la suficiencia o formato en que se coloca la información de las direcciones postales. Esto es, existe la posibilidad que de un universo de 300 mil sobres enviados con papeletas a los electores aproximadamente 50 mil sean devueltos por problemas en las direcciones, que la CEE, por falta de recursos, no va a tener la capacidad de contactar a ese elector y corregir el error para que su voto pueda llegar a tiempo y ser contado.
Lo anterior sin mencionar que de la auditoria llevada a cabo por la Oficina del Inspector General federal a tres oficinas del correo aquí en Puerto Rico se reveló que en Puerto Rico existe un grave problema de atrasos en el manejo del correo y de prácticas detectadas en donde se marcaba correspondencia como recibida por la persona cuando la misma aun no había salido de las oficinas de correo, entre otras fallas, haciendo de Puerto Rico la octava jurisdicción en todo los Estados Unidos con peor puntuación el manejo de correspondencia.
En cuanto a esto hay mucho mas que decir, pero creo pertinente levantar la voz de alerta ante el electorado en Puerto Rico. Puerto Rico necesita tener un evento eleccionario en el 2024 sin contratiempos. Necesitamos demostrarle a todos los electores que la CEE es capaz de garantizarle al electorado que su voto va a ser contado. A mi no me cabe duda de que lo podemos hacer, pero si se amplia el voto por correo a los sesenta 60 años, y esa ampliación se traduce en una avalancha de solicitudes a los niveles antes discutidos, queda claro que ni la CEE, ni el sistema de correos, va a poder garantizarle a los electores que escojan votar por correo, que su voto va a ser adjudicado efectivamente. Debemos facilitarles el voto a todos, pero de qué vale hacerlo si al final el voto no se cuenta. Es momento de hacer ajustes, estamos a tiempo. ¡Adelante, con fe!
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